AVA-ASAJA dice que es una práctica inaceptable, exige la intervención de las autoridades y advierte a la firma alemana que si no rectifica visitará sus supermercados para pedir explicaciones
Lidl revienta la campaña de clementinas al ofertar el kilo un 23% más barato de lo que cuesta situarlo en sus tiendas
Valencia, 7 de noviembre de 2014. La cadena alemana de distribución alimentaria Lidl ha iniciado las hostilidades contra los productores de cítricos al presentar en sus supermercados de Holanda una oferta por el kilo de clementinas a 0,69 céntimos que se sitúa un 23% por debajo del coste económico que entraña el proceso comercial a lo largo de toda la cadena agroalimentaria hasta situar la mercancía en los lineales de sus tiendas. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que se trata de una práctica inaceptable que revienta el funcionamiento del mercado y aboca al desastre a la campaña de clementinas, puesto que tales estrategias por parte de la distribución tienen un efecto contagio inmediato sobre el resto de empresas que se traduce en una intensa presión a la baja sobre los precios cuyo principal perjudicado es siempre y en última instancia el agricultor.
La promoción que ha emprendido la firma germana incurre de lleno en la llamada venta a pérdida, una práctica prohibida por la legislación de diversos países europeos, entre ellos Alemania, y que utiliza un determinado producto como reclamo para el público ofertándolo a precios que se sitúan por debajo del propio coste comercial que implica hacerlo llegar a los supermercados.
Efectivamente, un somero cálculo permite establecer que, tal y como está ocurriendo, si los costes de comercialización final de un kilo de clementina, desde su origen en el campo hasta el punto de venta, se sitúan en una horquilla comprendida entre 0,84 céntimos y 1,06 euros, y el precio al que lo ofrece Lidl en Holanda es de 0,69 céntimos, la diferencia media entre ambas variables es un 23%. En otras palabras, que la firma alemana está vendiendo el kilo de clementina a un precio sensiblemente inferior al coste que acarrea su proceso de comercialización. Aplicando este mismo principio, la consecuencia para el agricultor es que perdería unos 32 céntimos por kilo, es decir, que en el mejor de los casos no queda nada para el productor.
“Lo que está haciendo Lidl es, sencillamente, inadmisible porque atenta contra la lógica del mercado, lo condiciona de manera artificial a favor de sus propios intereses y lleva a los productores, en este caso de clementinas, a la ruina”, argumenta el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado. El máximo responsable de esta organización agraria añade que “por lo que sabemos, Lidl se cuida mucho de utilizar productos alemanes a la hora de incurrir en venta a pérdida; eso es algo que tiene reservado para productos de otros países”.
AVA-ASAJA considera, además, que la estrategia iniciada por Lidl no es fruto de la casualidad, sino que, por el contrario, se produce en un momento estratégico de la campaña citrícola, justo cuando se inicia la comercialización de la variedad clemenules y cuando el ritmo de las exportaciones empieza a adquirir velocidad de crucero. El objetivo que persigue la referida cadena de distribución es claro: hundir los precios en origen mediante prácticas abusivas que se valen de la posición de dominio sobre la cadena agroalimentaria que ocupan determinadas empresas. Buena prueba de ello es que la propia firma anuncia en España, a partir del 13 de noviembre, una oferta de clementinas a 0,75 céntimos el kilo, que incurrirá igualmente en venta a pérdida.
Cristóbal Aguado advierte a los responsables de Lidl que “si no rectifican, los agricultores de AVA-ASAJA nos veremos en la obligación de visitar sus tiendas para pedir las correspondientes explicaciones, porque no estamos dispuestos a permanecer de brazos cruzados mientras nos arruinan. Considero que, como valencianos, debemos plantearnos si debemos realizar nuestras compras en una empresa que atenta frontalmente contra los intereses de un sector clave de nuestra economía”. Ante esta tesitura, el presidente de AVA-ASAJA exige a las autoridades europeas que “tomen cartas en el asunto, que intervengan y que frenen esta sangría que condena al eslabón más débil de la estructura alimentaria, es decir, a los agricultores”. En este sentido, Aguado reclama que la reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) de Frutas y Hortalizas incluya “tanto una prohibición expresa de este tipo de abusos, como sanciones a sus responsables”.
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