miércoles, 15 de marzo de 2017

Publicada la resolución provisional de las Ayudas a la Incorporación a la Actividad

Publicada la resolución provisional de las Ayudas a la Incorporación a la Actividad

COAG-Jaén pide más presupuesto para conseguir el relevo generacional que el sector necesita

La incorporación de jóvenes debe ser una política prioritaria dentro del PDR

Jaén, 15 de marzo de 2017. COAG Jaén pide a la Consejería de Agricultura que incremente el presupuesto necesario para que se produzca el necesario relevo generacional. Hoy se ha publicado la resolución provisional de las ayudas de incorporación de jóvenes. Según datos de la Consejería de Agricultura, de las 2.389 solicitudes presentadas en esta convocatoria en Andalucía, han resultado 1.280 favorables, 1.103 desfavorables y 6 desistimientos. De las 1.280 favorables, solo 475 recibirán la ayuda (63 de ellas correspondientes a la provincia de Jaén), por un importe medio de unos 63.000 euros, porque los casi 30 millones de euros disponibles solo permiten atender al 37% de las solicitudes favorables. Es decir, más del 60% de los jóvenes que cumplen todos los requisitos de la convocatoria quedarán sin apoyo por falta de presupuesto.

Para COAG-Jaén es inaceptable que más de 800 jóvenes andaluces que quieren incorporarse a la actividad agraria queden excluidos de la convocatoria y pide a la Consejería de haga un esfuerzo mayor para poder llegar al 100% de las solicitudes favorables.

Esta organización agraria siempre ha defendido que ningún joven que quiera incorporase de manera profesional a la actividad agraria debe quedar excluido, y ha de recibir el apoyo necesario. Por eso, hemos solicitado en diversas ocasiones que, si el presupuesto no es suficiente para dar respuesta a todas las solicitudes, debe ampliarse la partida, ya que el relevo generacional es uno de los pilares sobre los que debe asentarse la política agraria andaluza.

COAG-Jaén subraya que se movilizará en el caso de que los jóvenes que cumplan los requisitos queden fuera de las ayudas por falta presupuestaria. “No puede faltar dinero para personas que se comprometen durante cinco años a darse de alta como autónomos, invierten muchos dinero para iniciar la actividad, desarrollan su actividad en el medio rural con muchísimas dificultades y generan empleo en las zonas más deprimidas de la Unión Europea”, reclama el secretario general de COAG-Jaén, Juan Luis Ávila. Por ello, la Organización insiste en que “no nos sirve que nos digan que falta presupuesto porque esta medida debe ser prioritaria frente a todas las demás”, afirma.

De hecho, en la convocatoria anterior (2015), la Consejería de Agricultura  hizo un gran esfuerzo, aumentando de 20 a 90 millones los fondos para incorporación de jóvenes. Así, de los 1.664 expedientes favorables en Andalucía (de 2.921 solicitudes presentadas) se pudo atender casi al 90% (quedaron excluidos 172). En dicha convocatoria, se aprobaron finalmente 278 ayudas para la instalación de jóvenes en la provincia de Jaén, con un importe de 17 millones de euros. Así, fue la provincia Andaluza en la que se aprobaron más ayudas y la que recibió mayor importe económico para tales ayudas.

Es necesario volver a apostar por el relevo generacional, porque es una de las prioridades para el sector agrario andaluz y porque existe demanda social para dar respuesta al envejecimiento de los profesionales agrarios.

No podemos olvidar que actualmente sólo el 4,5% de los titulares de explotaciones son menores de 35 años y el 9% son menores de 40 años. En cambio, el 36% son mayores de 65 años: esto significa que hay más de 82.000 explotaciones que en 2020 estarán en manos de mayores de 70 si no se da el relevo generacional necesario para el mantenimiento de la actividad en el medio rural. A ello hay que añadirle el empleo indirecto: según Eurostat, por cada joven que se incorpora a la actividad agraria, se generan entre 7 y 10 empleos.

AVA-ASAJA, LA UNIÓ de Llauradors, la Federación de Cooperativas y la Federación de Caza crean un frente común para reclamar soluciones urgentes a las administraciones

AVA-ASAJA, LA UNIÓ de Llauradors, la Federación de Cooperativas y la Federación de Caza crean un frente común para reclamar soluciones urgentes a las administraciones

La fauna salvaje crece fuera de control y dispara un 30% los daños en la agricultura con pérdidas de unos 26 millones

Valencia, 15 de marzo de 2017. Las poblaciones de fauna salvaje en la Comunitat Valenciana han registrado un incremento exponencial en los últimos años y tal circunstancia está acarreando graves pérdidas económicas al sector agrario, pérdidas que, lógicamente, mantienen también una línea ascendente. De acuerdo con los cálculos efectuados durante la reunión mantenida entre los responsables de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), LA UNIÓ de Llauradors, la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de la Comunitat Valenciana y la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana la acción depredadora de las especies silvestres sobre los cultivos y las infraestructuras agrarias ha experimentado un aumento de al menos un 30% durante el pasado año, lo cual se ha traducido en unas pérdidas directas de unas 26 millones de euros para los agricultores que se han visto afectados por esta situación.

No es de extrañar una subida tan alarmante de los daños en la agricultura valenciana debido a la causa ya apuntada si se tiene en cuenta que la presencia de algunas especies de fauna salvaje se ha duplicado y hasta en casos como el del ciervo o el corzo casi se habría multiplicado por siete entre los años 2010 y 2015, según se desprende de los propios datos oficiales de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente sobre la evolución de las capturas de animales silvestres.

Por lo que respecta a la evolución de especies como el jabalí, que junto al ciervo, el corzo, el conejo y la cabra montesa, son de las más dañinas para el sector agrario el aumento de su población en los últimos tres años sería de un 112%, mientras que los incrementos en el número de cabras se situaría alrededor del 82% entre 2010 y 2015, y en el de corzos esa subida sería de un 9% en un solo año, según las cifras oficiales. En este sentido, hay que apuntar que durante la reunión se destacó que esos datos hacen referencia a las piezas cobradas, lo cual permite deducir que en realidad el aumento de la fauna salvaje en la Comunitat Valenciana tienen que ser forzosamente incluso mayor de lo que indican esas cifras.

De hecho, la gravedad del asunto es tal que motivó la celebración de una reunión urgente, en su calidad de máximos representantes del mundo rural, de los  dirigentes de las organizaciones y entidades ya mencionadas con el objeto de denunciar el problema y reclamar la puesta en marcha de un plan de choque encaminado a aliviar la situación. Así, los representantes de AVA-ASAJA, LA UNIÓ de Llauradors, la Federación de Cooperativas Agroalimentarias y la Federación de Caza acordaron constituir un frente común y solicitar reuniones tanto con la consellera de Agricultura y Medio Ambiente, Elena Cebrián, como con el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, para reclamar, entre otras cosas, cambios normativos que faciliten el control cinegético de las especies invasoras de los cultivos e incluso ayudas económicas tanto para instalar mecanismos de control como los llamados pastores eléctricos (vallas electrificadas) como para compensar, siquiera sea en parte, las crecientes pérdidas que sufren los agricultores. Los asistentes a la reunión coincidieron al señalar que de lo que se trata es de buscar un equilibrio y la convivencia entre la fauna silvestre y los intereses agrarios.

Los principales motivos que explican esta presencia cada vez mayor de la fauna salvaje hay que buscarlas en el abandono de tierras agrícolas, en el aumento de la masa forestal, en la disminución del número de cazadores y en las duras restricciones y limitaciones que tienen que afrontar a la hora de ejercer su actividad y en la incidencia de la sequía, que empobrece su hábitat natural y obliga a los animales a bajar a las zonas de cultivo en busca de agua y sustento.

Los daños que causan especies silvestres como el jabalí, el conejo, el ciervo, el corzo o las cabras montesas resultan tan ruinosos como generalizados en todos los cultivos, ya que en una sola noche son capaces de arrasar explotaciones enteras de viñedos, de cítricos, de hortalizas o de frutales, además de ocasionar serios destrozos en la madera del arbolado, en instalaciones de riesgo por goteo y infraestructuras diversas. La fauna salvaje también transmite enfermedades a la cabaña ganadera y provoca accidentes de tráfico.