AVA-ASAJA alerta de que los precios de las variedades protegidas
de mandarinas tardías se han hundido un 25%
Valencia, 11 de mayo de 2015. Las nuevas variedades de mandarinas tardías, que se explotan y gestionan bajo el régimen de patentes protegidas, han sufrido durante esta campaña un giro negativo en materia de cotizaciones respecto a los ejercicios precedentes, caracterizados todos ellos por la obtención de precios hasta cuatro veces superiores a los que se pagan por las variedades tradicionales.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) alerta de este inquietante cambio de tendencia que a lo largo de la actual temporada se ha concretado en un brusco descenso de las cotizaciones de un 25% en esas variedades de nuevo cuño que, como la Nadorcott o la Tango, se habían mostrado enormemente rentables para los productores que las cultivan. Con todo, los precios que se han logrado este año siguen siendo bastante más atractivos que los de las variedades más clásicas, pero no deja de ser alarmante ese punto de inflexión a la baja. Así, por término medio el valor de algunas de estas mandarinas protegidas ha caído en torno a 20 céntimos por kilo y su cotización en el campo ha pasado de 0,80 céntimos por kilo a 0,60 céntimos, e incluso en el tramo final de la campaña los precios por kilo han llegado a situarse en 0,37 céntimos. Nunca antes -desde el inicio de la implantación en España de la Nadorcott hace una década y de la Tango más recientemente- este tipo de variedades habían alcanzado una cotización tan baja.
AVA-ASAJA entiende que ese acusado desplome debe invitar al sector a reflexionar sobre sus causas y, en este sentido, la organización agraria considera absolutamente fundamental clarificar el panorama para poder llevar a cabo una gestión ordenada y eficiente de este tipo de producciones que se han convertido en una de las escasas tablas de salvación con las que cuentan los agricultores en medio de un contexto general marcado por la falta de rentabilidad de la mayor parte de los cultivos. La explotación comercial de esta clase de variedades protegidas por patentes se encuentra sujeta a un régimen especial que incluye una serie de condiciones con las que se busca, precisamente, establecer unas bases de funcionamiento que permitan defender precios dignos. Se trata de profundizar en modelos de gestión que aseguren un control riguroso y estricto sobre la legalidad del material vegetal que da origen a la fruta que posteriormente circula en los mercados; una gestión en la línea de trabajo que están llevando a cabo entidades como el Club de Variedades Vegetales Protegidas (CVVP) u otras de similares características.
Resulta urgente, por tanto, clarificar de una vez por todas el panorama y ejercer el necesario control sobre la implantación y desarrollo de las nuevas variedades, tanto el España como en el resto de países de la cuenca mediterránea, para evitar que estas mandarinas, u otros productos igualmente innovadores y apreciados por el mercado, no se conviertan en una burbuja que termine por estallar en un tiempo relativamente corto.