El Gobierno se
cierra en banda en favor de la industria importadora de miel china y de
la distribución, dejando en la estacada a consumidores y apicultores españoles
El
Ministerio de Agricultura se ampara en “falsas excusas” para no obligar a
detallar el país de origen en el etiquetado de la miel
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El sector apícola de COAG considera inaceptable la
actitud del MAGRAMA y critica la nula voluntad política para modificar la
normativa comunitaria.
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La Directiva UE de
la Miel deja libertad a los Estados Miembros para adaptar la normativa a nivel
estatal. En Italia y Polonia han ejercido este derecho y es obligatorio detallar
el país de origen en la etiqueta.
Madrid,
19 de mayo de 2015.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) considera
inaceptable la actitud del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente en torno a la reivindicación planteada por el sector apícola para que
sea obligatorio detallar el país de origen en el etiquetado de la miel. “El MAGRAMA tira balones fuera y apunta a la
UE como responsable de este tema. Sin embargo, la Directiva UE de la Miel deja
libertad a los Estados Miembros para adaptar la normativa a nivel estatal. En
Italia y Polonia han ejercido este derecho y es obligatorio detallar el país de
origen en la etiqueta”, ha subrayado Ángel
Díaz, responsable del sector apícola de COAG, a lo que ha añadido: “esta
postura beneficia a la industria importadora de miel china y perjudica
seriamente a nuestro apicultores, que no pueden diferenciar sus producciones de
calidad, y a los consumidores, porque limita su libertad de elección”.
COAG lleva años denunciando la falta de
transparencia que posibilita la aplicación de la Directiva 2001/110/CE de la
Miel en España, ahora modificada por la Directiva 2014/63/UE, ya que permite a
los operadores etiquetar mieles de fuera de la UE como “mezcla de mieles UE-no
UE” sin indicar los países en los que las mieles fueron recolectadas, o
etiquetar como “mezcla de mieles no UE” sin indicar si la miel comercializada proviene
de China, Ucrania o Argentina. Esta norma va en contra de lo establecido en la
normativa comunitaria en materia de etiquetado, presentación y publicidad de
los productos alimenticios ya que las leyendas admitidas por la Directiva
inducen a confusión a los consumidores.
En 2014, casi 7 de cada 10 kilos de miel
que entraron en nuestras fronteras provenía de China, consolidando la tendencia
al alza que se inició en 2007. Desde ese año, las importaciones de
miel china de baja calidad se han multiplicando por 5, superando por primera
vez las 15.000 toneladas en la campaña pasada. La importación de esta miel
supone una competencia desleal para los apicultores españoles, ya que la
legislación china permite el uso de productos fitosanitarios y antibióticos
prohibidos en la UE.
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