- En España el peso de las tareas domésticas y del cuidado de la familia sigue recayendo en la mujer y eso supone un coste de oportunidades laborales
- El emprendimiento permite a las mujeres poner en valor sus potencialidades, sus conocimientos y sus competencias organizando el trabajo como ellas deseen
| Madrid, 8 de marzo de 2016
“En España, la crisis económica ha motivado a la mujer a emprender como salida al desempleo o a trabajos precarios, mal remunerados o inestables que le impiden tener unos ingresos que le garanticen autonomía, conciliar la vida personal, familiar y laboral y desarrollarse profesionalmente”, expone en el Día del Mujer Ana Alarcón, gestora de programas de Inclusión Sociolaboral de Acción contra el Hambre, que desde 2013 desarrolla proyectos para facilitar que las mujeres puedan emprender en España. |
Según datos de la Federación de Trabajadores Autónomos ATA, el emprendimiento femenino está en la base de la recuperación económica del país. Las emprendedoras aumentaron un 1,5% frente al 1,1% que lo hicieron los hombres y ya suponen el 35% del total del colectivo.
La razones que llevan a mujer a emprender están, explica Alarcón, bastante vinculadas a la posición subordinada que esta ocupa en el mercado laboral, con trayectorias laborales marcadas por empleos discontinuos, precarios, mal remunerados o a tiempo parcial que les suponen ingresos insuficientes y esto las empuja más fácilmente a situaciones de pobreza, tal como recoge el informe FOESSA.
“El peso de las tareas domésticas y del cuidado de la familia sigue recayendo en la mujer y eso supone un coste de oportunidades laborales y de desarrollo profesional. Para romper la brecha de género es necesario facilitar a las mujeres el acceso a empleo de calidad y que les permita obtener un salario digno y, en consecuencia, autonomía, así como organizar su tiempo libremente para conciliar y tener una trayectoria laboral estable y de crecimiento. Una alternativa para conseguir esto es el emprendimiento, pues permite a las mujeres poner en valor sus potencialidades, sus conocimientos y sus competencias organizando el trabajo como ellas deseen. De hecho, cuando una mujer emprende se contribuye a reducir la pobreza”, añade.
Autoempleo y generación de más puestos de trabajo
Acción contra el Hambre desarrolla programas para favorecer que el emprendimiento sea una alternativa laboral real para la mujer. Les ofrece asesoramiento individualizado, acompañamiento durante todo el proceso de lanzamiento de su empresa y formación técnica y en competencias emprendedoras a través de talleres grupales sobre cómo crear el plan de negocio, hacer el análisis económico, buscar financiación, orientarse al cliente o tomar decisiones, entre otras cuestiones. Además, pone a su disposición un fondo de microcréditos.
De momento se han constituido 10 negocios y se han generado 18 puestos de trabajo. Nayara Martins dirige uno de estos negocios, una microfranquicia especializada en cartuchos y tóner para impresora. Esta joven brasileña eligió el emprendimiento como vía de escape al desempleo y la inestabilidad laboral. “La gran ventaja de tener un negocio es que yo dependo solamente de mis clientes y de mi estrategia”, afirma.
Otros emprendimientos creados han sido un restaurante mexicano, una fábrica de cerveza artesana, una cooperativa de comercialización de vino ecológico, una consultaría para la internacionalización de empresas, un local de fiestas infantiles, una tienda de productos de estética…). La fórmula mayoritaria ha sido la del autoempleo. Cuatro de los negocios han contado con un microcrédito.
En Galicia además desarrolla un programa para apoyar a mujeres del ámbito rural, entendiendo que el emprendimiento constituye un canal para reducir la brecha de género y permite un crecimiento socioeconómico sostenible en el entorno rural, afectado por situaciones de abandono, despoblación y envejecimiento poblacional
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