AVA-ASAJA teme problemas de pudrición de la paja del arroz en La Albufera, así como posibles perjuicios en variedades tempranas de cítricos, hortalizas y caquis
El sector agrario expresa su preocupación ante la gota fría pero no constata daños considerables
Valencia, 19 de octubre de 2018. La histórica gota fría que está cebándose estos días con la Comunitat Valenciana ha levantado una ola generalizada de preocupación en las filas del sector agrario por los problemas que podrían sufrir cultivos de temporada e infraestructuras agrarias, aunque por el momento no se constatan daños considerables.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) expresa sus temores más fundados en los casos del arroz, los cítricos, las hortalizas y la granada. La zona con mayor precipitación acumulada en la provincia de Valencia es el entorno del parque natural de La Albufera, donde la siega del arroz acaba de terminar y la mayor parte de las parcelas acogen todavía la paja sin que haya sido incorporada al suelo, retirada o quemada. La excesiva y prolongada humedad podría desatar un proceso de podredumbre de este residuo agrícola, lo que acabaría generando la contaminación de las aguas y una elevada mortandad de peces en el lago.
En cuanto a los cítricos, muchas explotaciones –sobre todo las situadas en zonas bajas o junto a barrancos– se encuentran inundadas y, en función de la evolución de las lluvias, podrían padecer problemas de asfixia radicular. AVA-ASAJA recomienda a los agricultores que intenten drenar con la máxima celeridad posible aquellos campos que tienen una acumulación importante de agua para tratar de evitar la aparición de hongos perjudiciales para el cultivo. Asimismo, la persistencia de las lluvias podría ocasionar daños en la piel de las variedades tempranas que ahora mismo se hallan en periodo de recolección.
Con todo, en líneas generales el agua caída constituye una bendición para la citricultura valenciana puesto que contribuirá a aumentar los calibres y limpiar el arbolado, al tiempo que supondrá un ahorro de costes energéticos porque evitará tener que hacer riegos al menos hasta el invierno.
El temporal está interrumpiendo las labores de recolección de la campaña citrícola, la cual estaba empezando a lograr mayores volúmenes. De modo similar afecta a los casos de las hortalizas y el caqui, que de momento únicamente afrontan problemas puntuales por inundación de parcelas. Por el contrario, el cultivo del granado –más sensible al exceso hídrico– podría padecer el rajado masivo de frutos justo antes de su recogida.
En las producciones del interior cabe destacar los beneficios que supondrá para la próxima cosecha de aceitunas, mientras que apenas tendrá repercusiones negativas sobre la uva y la almendra cuya recolección está prácticamente finalizada. Este episodio climático tampoco perjudica al sector ganadero, más allá de dificultar los pastos del ganado.
Finalmente, AVA-ASAJA señala que se han producido los primeros casos de desperfectos en invernaderos, infraestructuras agrarias y caminos rurales debido a la intensidad de las lluvias y al arrastre de tierras. La organización agraria se mantendrá atenta a la evolución del temporal, ya que hay sobrados motivos para no descartar que los efectos, si bien aún resultan más positivos que negativos, pueden acabar desembocando en graves pérdidas para los agricultores valencianos.
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