sábado, 23 de agosto de 2014

El pedrisco causa daños en 45.000 hectáreas de cítricos, caquis y hortalizas en la Ribera y la Safor

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) calcula que el grado de afección sobre los cultivos oscila entre el 60% y el 100% y califica de desastrosos los efectos de la granizada

El pedrisco causa daños en 45.000 hectáreas de cítricos, caquis y hortalizas en la Ribera y la Safor

Valencia, 25 de junio de 2014.  La tormenta de granizo que descargó en amplias zonas de la Comunitat Valenciana durante la tarde de ayer ha provocado graves y cuantiosos daños en la agricultura. De acuerdo con la primera estimación efectuada por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), la superficie afectada por la piedra, en mayor o menor medida, se sitúa en torno a las 45.000 hectáreas. La comarca de la Ribera, principalmente, pero también la de la Safor, así como determinados puntos de la localidad de Navarrés son las áreas que han sufrido con mayor intensidad las consecuencias de la violenta granizada, mientras que los cultivos que han resultado más perjudicados son, por este orden, cítricos, caquis y hortalizas como el melón o la sandía.
El grado de afección sobre las cosechas oscila entre el 60% y el 100% de las distintas producciones, una circunstancia que, con toda seguridad, va a tener repercusiones nefastas tanto de cara a las futuras campañas de caqui y cítricos, como para las de la sandia y melón que se encuentran en pleno apogeo en estos momentos.
En la comarca de la Ribera, los términos municipales de Alberic, Antella, Carcaixent, Massalavés, Alzira, Villanueva de Castelló, la Pobla Llarga, Énova,  Cárcer o Favara son los más afectados por la piedra, hasta el punto de que en algunos casos, tal como han constatado agricultores de las poblaciones de Alberic y Antella, el nivel de las pérdidas se sitúa en torno al 90% de las cosechas de caqui y cítricos de las referidas localidades. La Ribera concentra la mayor parte de los daños causados por la piedra -la cual alcanzó en algunos momentos el tamaño de pelotas de golf- con más de 40.000 hectáreas afectadas.
Respecto a la situación en la Safor, gran parte de las explotaciones citrícolas de las localidades como Tavernes y Xeraco han sufrido daños de distinta consideración como consecuencia de la granizada. La superficie perjudicada en esta comarca es de unas 5.000 hectáreas.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, señala que “esta tormenta supone un verdadero desastre y lo peor del caso es que llueve sobre mojado y lo ocurrido ayer se suma a otros episodios de pedrisco acecidos recientemente en diversas comarcas valencianas y, sobre todo, a las devastadoras consecuencias de la sequía. Nuestra agricultura está atravesando un momento crítico y la respuesta que hemos recibido por parte de las administraciones no está a la altura de las necesidades de este sector”.

Más de 12.000 agricultores valencianos sufren restricciones de agua de hasta el 85% por la sequía

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) alerta que los pozos de 30 comunidades de regantes se encuentran al límite y derivarán en graves mermas de producción

Más de 12.000 agricultores valencianos sufren restricciones de agua de hasta el 85% por la sequía

Valencia, 1 de agosto de 2014. Más de 12.000 agricultores valencianos sufren ya severas restricciones en el suministro de agua para regar sus campos que en algunas localidades llega al 85% a causa de la fuerte sequía que atraviesa la Comunitat Valenciana. Estas dificultades abarcan a más de 10.000 hectáreas de cultivo, poniendo en peligro así las próximas campañas de uva, naranja y caqui principalmente, según un estudio realizado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).
Sólo en la provincia de Valencia un total de 30 comunidades de regantes se encuentran afectadas por esta drástica restricción de suministro de sus pozos, que oscila entre un 20% y un 85%, y cuyas consecuencias más directas para el labrador son una limitación en la disponibilidad de cantidad de agua para regar así como una reducción del tiempo de riego de los campos. Esta falta de recursos hídricos agrava, más aún si cabe, los problemas de escasez de producción y de bajo calibre de la cosecha además de encarecer los costes de producción.
El término municipal de Godelleta es uno de los más afectados por esta dramática circunstancia. Con alrededor de 1.300 labradores y 1.881 hectáreas cultivadas de regadío, los pozos de su comunidad de regantes solamente cuentan con un porcentaje de agua que está entre un 10% y un 15% de su capacidad, una exigua cantidad que los agricultores de la zona viven con absoluta preocupación porque apenas les permite salvar el arbolado. De hecho, se prevé que la producción de uva y de naranja se reduzca más de un 50% respecto a la campaña anterior. Con todo, los agricultores han asumido, sin ayudas oficiales, 5 millones de euros para poner en marcha nuevos pozos con los que puedan aliviar el déficit hídrico de sus plantaciones.
Otras zonas que cuentan con importantes restricciones de agua son el Marquesat, que agrupa las localidades de Alfarp, Catadau y Llombai, y Real. En la primera, concretamente en Llombai, el pozo La Arena, encargado del riego de caquis, naranjas y melocotones, se ha secado hace aproximadamente un mes y el resto, cuya media de agua de regadío ronda el 40% de su capacidad, deben compensar el agua que abastecía ese pozo para evitar que los árboles se sequen. Es por ello que han solicitado caudales de auxilio desde el Canal Júcar-Turia. Por otro lado, los pozos de Real cuentan con una media de agua que está alrededor del 30% del caudal idóneo, lo que ha causado importantes consecuencias como son restricciones de riego de 3 horas al día y vastos campos donde apenas se ven clementinas en los árboles.
Pero el listado de localidades afectadas es amplio. A las citadas, habría que añadir Turís, con pozos cuya cantidad de agua disponible está entre el 50% y el 60% de su capacidad, Cheste, entre el 60% y 80%, Chiva (50%) o Monserrat (70%), entre otras poblaciones próximas. Y es que la preocupación por los insuficientes recursos hídricos es general en todas las comarcas valencianas debido a que el nivel freático de los pozos está descendiendo paulatinamente e incluso existen pantanos, como el de Regajo, que cuentan con agua disponible para un mes. Además, es en agosto cuando los principales cultivos necesitan más agua para que haya una buena producción en la próxima campaña y sea de buen calibre.
El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, ha subrayado que “las medidas del Gobierno para paliar los daños por la sequía se quedan a mitad camino y es necesaria más implicación en el problema por parte de la Administración porque la situación a la que nos enfrentamos es gravísima”. Asimismo, Aguado ha afirmado que “el nuevo Plan del Júcar no satisface las acuciantes carencias de agua que arrastran los agricultores de estas localidades más afectadas ya que ni arbitra ninguna solución urgente ni prevé la aportación de aguas superficiales, sino que se limita a hablar de la utilización de acuíferos en buen estado”.

Los robos de algarroba se disparan en las comarcas valencianas por un repunte del 20% de los precios

AVA-ASAJA reclama un mayor control de los puntos de venta y más agilidad en el proceso judicial para no dilatar en el tiempo el cierre de los almacenes clandestinos

Los robos de algarroba se disparan en las comarcas valencianas por un repunte del 20% de los precios

Valencia, 20 de agosto de 2014.- Los ladrones están haciendo su agosto a costa de los productores de algarroba. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que bandas organizadas están saqueando campos enteros de algarroba justo en el momento álgido de la campaña, alentadas principalmente por el repunte de un 20% que han experimentado los precios a puerta de almacén durante las últimas semanas y que se sitúan ahora en 0,26 euros por kilo.
Si bien los algarrobos son árboles que muestran una considerable adaptación a la sequía, las extremas condiciones climáticas de esta temporada han terminado por afectar a los frutos secos, mermando el peso medio pero también mejorando la calidad de la semilla o ‘garrofí’. El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, subraya que “esta mejor calidad se está traduciendo en mejores precios porque hay un creciente interés por parte de las industrias alimentarias, las cuales emplean el ‘garrofí’ como un espesante de grandes propiedades naturales para la elaboración de papillas, helados y otros productos farmacéuticos y cosméticos”.
Ante esta incidencia insostenible de los robos, la organización agraria reclama a las fuerzas de seguridad un mayor control especialmente en los puntos de venta que hay repartidos por la Hoya de Buñol, La Ribera Alta y Camp de Turia. “Muchos de estos almacenes no tienen licencia de apertura ni demuestran la trazabilidad del producto –advierte Aguado– y se mueven dentro de la economía sumergida, siendo colaboradores directos del hurto.”
Asimismo, una vez localizados los puntos de recepción de mercancía robada, AVA-ASAJA también solicita más agilidad en el proceso judicial para evitar que se dilate en el tiempo el cierre de estos operadores. Y es que, según el dirigente agrario, “si no hubiera almacenes clandestinos, rápidamente desaparecerían los robos de algarrobas en el campo valenciano”.