viernes, 30 de septiembre de 2016

EL PRÓXIMO MIÉRCOLES, 5 DE OCTUBRE

COAG MOVILIZA A LOS CABREROS ANDALUCES ANTE LOS BAJOS PRECIOS DE LA LECHE

Así se decidió ayer en una asamblea celebrada en la localidad malagueña de Mollina, con participación de más de 200 ganaderos.

Esta organización agraria denuncia que las cuatro empresas que gestionan el 70% de las compras en Andalucía están conteniendo la subida de precio que suele producirse en el inicio de campaña.

Sevilla, 29 de septiembre de 2016. Tras la asamblea celebrada ayer en la localidad malagueña de Mollina, y a la que asistieron más de 200 ganaderos, COAG Andalucía ha decidido convocar el próximo día 5 de octubre, ante las puertas de la industria Lactalis, en Granada, una movilización del sector caprino, para denunciar los bajos precios de la leche, y las maniobras de la industria para mantenerlo a esos niveles, a pesar de que en el inicio de campaña suele haber subidas. Cuatro empresas (García Baquero, Lactalis, Arias y Quesos El Pastor), controlan alrededor del 70% de la leche de cabra que se compra en Andalucía, y están condicionando la remuneración que reciben los ganaderos. Actualmente, se están pagando 0,0629 por extracto seco útil (ESU), cuando el precio debería ser como mínimo de 0,072 (12 pesetas).

Hace dos semanas, COAG Andalucía demandaba públicamente la necesidad de revisar al alza los precios vigentes desde el pasado mes de mayo. Los ganaderos llevan dos años de desgaste económico, soportando un descenso continuado de su remuneración que no se puede mantener y que compromete seriamente la viabilidad de las más de 7000 explotaciones de caprino de orientación láctea de nuestra comunidad autónoma.

Ante este situación, y ya que el mes de septiembre marca el inicio de la nueva campaña de leche de cabra, COAG Andalucía reclama que se revisen al alza los precios que la industria paga a los ganaderos por la leche de cabra. Desde enero de 2016 los precios han experimentado una bajada continua mes a mes. Si comparamos los meses de junio de los tres últimos años, el precio del litro ha caído 0,22€ desde los 0,717 €/l de 2014 hasta los 0,496 €/l de 2016 (Datos publicados por FEGA, procedentes de las declaraciones obligatorias). Este descenso supera el 30%, poniendo en riesgo la continuidad del sector caprino andaluz, que actualmente aporta más del 35% del censo español y más del 40% de la producción estatal de leche de cabra.  

Esta organización ya ha denunciado que esta pérdida de rentabilidad trae consigo consecuencias como el incremento del número de reproductoras sacrificadas en los mataderos andaluces, ante las dificultades  para mantenerlas por no poder asumir los costes de producción. Actualmente, se sacrifican unas 4.000 cabras por semana y la tendencia es creciente. Los bajos precios que los cabreros andaluces vienen soportando les están obligando al envío continuo de hembras a matadero, con la consiguiente pérdida de capacidad productiva para las explotaciones andaluzas y su negativa repercusión en el desarrollo sectorial.

COAG Andalucía siempre ha defendido que conseguir la sostenibilidad de la producción de leche de cabra en nuestra comunidad es una tarea conjunta de todos los eslabones que forman parte de la cadena alimentaria. De hecho, los ganaderos se comprometieron con la industria durante la primavera para soportar una contención puntual de los precios, por debajo de lso costes de producción, a la espera de la mejora en la evolución del mercado en los meses siguientes, en los que se recoge menos volumen.

Por eso, COAG no entiende la posición de las industrias (especialmente García Baquero y Lactalis, las dos más fuertes), que está asfixiando a los ganaderos, condicionando los precios a la baja justo en el inicio de la nueva campaña. Y va a movilizar al sector caprino para exigir que estas cuatro empresas asuman su responsabilidad, y procuren a los ganaderos una remuneración justa, que supere los costes de producción.  
AVA-ASAJA afirma que las pérdidas que tendrán que afrontar los arroceros como consecuencia de estas circunstancias adversas superarán los 5 millones de euros al final de la actual campaña

Las plagas aumentan un 10% el coste de producción en el arrozal valenciano y ponen en jaque su rentabilidad

Valencia, 30 de septiembre de 2016.  La presente campaña arrocera, cuya fase de recolección arrancó hace sólo unos días con la celebración de la tradicional fiesta de la siega, emite síntomas tremendamente alarmantes que amenazan no sólo con enturbiar el carácter festivo con el que los arroceros inician cada año la temporada, sino también con que el balance final del ejercicio resulte muy negativo tanto desde una perspectiva económica como desde el punto de vista de la sanidad vegetal del cultivo.

Un informe elaborado por los servicios técnicos de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) revela que la creciente propagación de plagas y enfermedades en los arrozales de la Comunitat Valenciana, de cuya evolución y alcance ha venido informando esta organización agraria, está obligando a los productores de este cereal a incrementar sus costes de producción un 10,5% respecto al año pasado. En concreto, los gastos que acarrea el cultivo han pasado de una media de 3.878 euros por hectárea a 4.218 por ese mismo concepto y la causa principal que explica ese encarecimiento tan notable no es otra que la necesidad en la que se han visto los arroceros de aumentar su desembolso económico en los capítulos destinados a productos fitosanitarios contra las plagas y a mano de obra para arrancar las malas hierbas que también proliferan de manera preocupante.

A esa escalada de los costes de producción hay que agregar, en el contexto de la actual coyuntura arrocera, que los precios de mercado son idénticos a los del año pasado al situarse de nuevo en 0,29 euros por kilo. A estas circunstancias adversas hay que añadir otro factor importante en términos de rentabilidad del cultivo como es la reducción de cosecha que sufrirán esta campaña los arrozales valencianos como consecuencia de los ataques de plagas y enfermedades. El estudio de AVA-ASAJA señala que las pérdidas económicas que tendrán que afrontar este año los productores de arroz, a raíz de los motivos apuntados, podrían situarse, partiendo de un cálculo conservador, en torno a 5 millones de euros. La cifra final podrá determinarse con mayor exactitud cuando concluyan, en torno al 15 de octubre, las tareas de la siega y se aprecie entonces con total claridad el alcance real de los daños ocasionados por el hongo de la Pyricularia, la enfermedad de la esclerotinia, otras fisiopatías, así como por las malas hierbas.

De momento, y a la vista del estado que presentan muchas explotaciones, tampoco las perspectivas en este terreno son favorables. Según las primeras estimaciones, la caída de producción se concretará en un 10% respecto al curso anterior, con lo cual, y si se tiene en cuenta que el descenso de la cosecha ya fue del 10% en la última campaña, a lo largo de dos años el sector arrocero de la Comunitat Valenciana habrá perdido un 20% de su capacidad productiva y pasaría de las 120.000 toneladas que venían siendo habituales a las 100.000 con las que podría cerrar la actual temporada”.

“Es evidente que el cultivo del arroz se está deteriorando a ojos vista y es preciso actuar –señala el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado–. Ante todo hay que unir esfuerzos con las Administraciones y los expertos a fin de buscar soluciones. En primer lugar, desde nuestra organización agraria pedimos a los distintos gobiernos que actúen para facilitar la aprobación de materias activas contra las plagas, puesto que las políticas prohibicionistas de Bruselas están dejando indefensos a los agricultores. En segundo término proponemos la creación de un grupo multidisciplinar de trabajo en el que esté representado el sector, la conselleria de Agricultura e incluso las universidades con el objeto de analizar lo que está sucediendo y dotarnos de los instrumentos necesarios para abordar los nuevos retos que tiene planteados el sector arrocero y que van a requerir un esfuerzo adicional por parte de todos los implicados”.