domingo, 3 de abril de 2016

CONCLUSIONES DEL GRUPO DE TRABAJO DE CAPRINO

Esta organización presenta sus propuestas en siete grandes ejes clave para conseguir la necesaria estabilidad del sector.  

Sevilla, 30 de marzo de 2016. El grupo de trabajo de caprino de leche, creado en la asamblea de cabreros, convocada por COAG, que tuvo lugar en Mollina el 16 de marzo, ha presentado sus primeras conclusiones. El análisis pormenorizado de la situación actual del mercado de la leche de cabra revela que, frente a la estabilidad que caracterizó al período 2013-2014, el momento actual se caracteriza por la incertidumbre: en 2015 los precios del extracto quesero se redujeron de media un 20% y la industria, ante las nuevas negociaciones de los contratos, plantea una bajada de cotización de dicho extracto quesero, que llega a situarse en las 10 pesetas por grado, cantidad que no cubre los costes de producción.  

Si a este descenso le sumamos que en primavera la proporción de extracto quesero de la leche (grasa más proteína), se reduce, el resultado es el desplome de las liquidaciones, comprometiendo seriamente la viabilidad de las explotaciones y abocando a muchas de ellas a la desaparición.

El grupo de trabajo, compuesto por ganaderos, técnicos y representantes de cooperativas y asociaciones de razas autóctonas, ha planteado algunas propuestas para tratar de revertir esta situación, que giran en torno a siete grandes ejes:
1. Los contratos
Es fundamental establecer contratos por escrito para todos los suministros de leche cruda entre productor y receptor. Estos contratos deben cumplir con la totalidad de los requisitos y condiciones de formalización que fija la norma. El Ministerio debe vigilar que los contratos se formalicen y que sus condiciones se cumplan.  

- La negociación de los términos de los contratos debe hacerse en condiciones de igualdad para ganadero y comprador, evitando que una parte se encuentre en situación de dominio y pueda presionar a la otra para que acepte condiciones con las que se esté en desacuerdo.

Por ejemplo, la fecha en la que se suscriben los contratos debe fijarse con libertad. La industria no puede obligar a que se negocien las condiciones durante la época del año en la que los ganaderos se encuentran en una posición más débil, que es la primavera. Desde COAG proponemos que los contratos se suscriban coincidiendo con el año agrícola (de septiembre a septiembre) o con el año natural, momentos en que se planifican las campañas de producción.



2. Declaraciones realmente obligatorias
Además de suscribir los contratos, los compradores tienen la obligación de declarar mensualmente algunos de los datos contenidos en ellos, como son el volumen de leche adquirido y el precio.

Estas declaraciones, ligadas a la existencia de contratos entre compradores y productores, permitirán contar con información útil para analizar la evolución del sector y tomar decisiones en consecuencia. Es inadmisible que hasta el momento esta información no esté disponible, y el Ministerio debe solucionarlo, procurando así al sector una herramienta valiosísima.

3. Índices de referencia
La Interprofesional láctea, INLAC, publicará en breve los nuevos índices de referenciación de los precios. Su conocimiento y uso es muy útil, puesto que de forma indirecta permite trasladar al precio percibido la evolución de algunos factores que forman parte de los costes de producción. Además, puede contribuir a estabilizar los precios a lo largo del período de vigencia, actualizando mes a mes el precio base acordado en el contrato.

La Organización Interprofesional Láctea es también el espacio más adecuado desde el que elaborar estudios encaminados a obtener datos objetivos de los costes de producción del litro de leche en los diferentes sistemas de producción y manejo.

4. Potenciar los canales de comercialización cercana
El sector productor reconoce el beneficio compartido de establecer relaciones estrechas con las pequeñas y medianas empresas locales y con las cooperativas que transforman la leche de cabra en productos de calidad. La potenciación de los canales de comercialización cercana puede contribuir en gran medida al desarrollo y la estabilidad del sector lácteo de nuestro territorio, creando estructuras que eviten la fuerte dependencia del mercado externo.

5. Estabilidad e innovación, responsabilidad compartida
La estabilidad y consolidación del sector de caprino de leche es una responsabilidad compartida entre el sector productor y el sector industrial,  por lo que desde el grupo de trabajo se anima a la puesta en marcha de líneas de investigación para desarrollar productos de calidad e innovadores, aprovechando las particularidades de las características nutricionales de la leche de cabra para elaborar, por ejemplo, alimentos infantiles.

Las industrias han de esforzarse, como lo están haciendo los productores, por modernizar sus infraestructuras y desarrollar productos lácteos que pongan en valor la excelente calidad de la leche de cabra  que utilizan en su elaboración. Además, deben incidir en la búsqueda de nuevos mercados donde poder situar estos productos como referentes en el mercado internacional.



6. Medidas fiscales para paliar el veto ruso
El sector lácteo se ha visto afectado por la prohibición de las exportaciones de determinados productos agrarios de la UE a Rusia. Esta restricción comercial a los productos lácteos de la UE ha contribuido al aumento de los stocks y a la caída de los precios en origen en los EEMM. Por ello, es imprescindible que para el ejercicio fiscal 2015 (año 2016), el Ministerio de Agricultura y el de Hacienda incluyan al caprino en su reducción del índice de rendimiento neto para la actividad ganadera de cría de ganado de leche.

7. Competencias andaluzas: control de calidad e información clara al consumidor
Desde la Junta de Andalucía, en el ámbito de sus competencias respecto al control de la calidad comercial de los alimentos, deben ponerse en marcha planes de vigilancia que garanticen al consumidor la certeza de las características del producto que compra, por ejemplo en el etiquetado de los quesos de mezcla, en los que ha de determinarse el porcentaje que representa cada una de las especies que están presentes en la fórmula (cabra, vaca y oveja).