miércoles, 20 de septiembre de 2017

La organización agraria reclama a Medio Ambiente que resuelva un problema enquistado desde la declaración de parque natural y que se agrava cada día

La organización agraria reclama a Medio Ambiente que resuelva un problema enquistado desde la declaración de parque natural y que se agrava cada día

AVA-ASAJA exige que se complete la concentración parcelaria en Pego-Oliva para resolver los conflictos de propiedad en el cultivo arrocero tras 23 años

            Valencia, 20 de septiembre de 2017. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) exige a la conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural que complete de una vez por todas el proceso de concentración parcelaria en el área arrocera de la marjal Pego-Oliva, un proceso que se complicó a raíz de la declaración de ese paraje como parque natural hace ya 23 años y que desde entonces permanece enquistado. La complejidad y las dificultades que han rodeado el procedimiento durante todo este tiempo se han ido agudizando hasta transformarse en un verdadero problema que se agrava un poco más cada día. Tanto es así que en algunos casos la controversia en torno a los derechos de los propietarios ha llegado incluso a los tribunales.

            Cuando con motivo de la catalogación de la marjal Pego-Oliva como parque natural por parte de la Administración autonómica en 1994 se pusieron en marcha las disposiciones destinadas a hacer compatibles los usos agrícolas de la zona y su preservación medioambiental, se alcanzaron también una serie de acuerdos temporales para gestionar las explotaciones buscando para ello fórmulas de cultivo en común.
            Sin embargo, ese proceso de concentración nunca ha sido completado por parte de la Conselleria hasta la fecha y la falta de una solución definitiva está recrudeciendo los problemas entre los arroceros, de tal manera que urge llevar a cabo una clarificación definitiva en materias tan básicas como la reubicación de parcelas en los casos que así lo precisen.
            "La pelota está en el tejado de la Generalitat -apunta el presidente de AVA-ASAJA Cristóbal Aguado- y más concretamente en el departamento de Medio Ambiente de la conselleria de Agricultura que es el que tiene las competencias asignadas. Resolver la situación alegal que se vive en el marjal de Pego-Oliva es una cuestión de voluntad política y, sobre todo, de presupuesto. Es imprescindible que se apruebe ya un presupuesto adecuado y después de más de 20 años de espera me parece que es hora de arreglar el problema. En esta organización agraria llevamos décadas reclamando una solución".

            El pasado mes de mayo, el presidente de AVA-ASAJA y el responsable de la sectorial arrocera de esta organización, Miguel Minguet, mantuvieron un reunión con dirigentes de la conselleria a fin de sentar las bases que permitiesen concluir de manera satisfactoria para todos los afectados el proceso de concentración parcelaria. Entre las medidas a abordar  se incluyen cuestiones tan básicas como la reparcelación de la marjal, lo cual haría posible que los arroceros que actualmente tienen sus tierras en zonas protegidas las permutasen por otras ubicadas en áreas cultivables. Desde la celebración de dicho encuentro nada se ha avanzado para solucionar el conflicto.

            "Se trata de adecuar, en términos administrativos y legales, la propiedad de las parcelas de los dueños de los campos de arroz a la realidad física de la marjal -señala Cristóbal Aguado- porque la indefinición actual y las lagunas existentes son una fuente de conflictos que está afectando incluso a la solicitud de ayudas de la PAC. Medio Ambiente no puede seguir demorando la cuestión por más tiempo. Estamos ya en plena campaña arrocera y los agricultores de la marjal tienen que saber a qué atenerse y cuál es la situación real de sus parcelas".

            El parque natural de Pego-Oliva cuenta de una superficie de 1.250 hectáreas, de las que 260 corresponden a arrozales. La Comunitat Valenciana dispone en su conjunto de 14.746 hectáreas de campos de arroz, de las que se obtiene una producción cercana a las 115.000 toneladas.