miércoles, 6 de junio de 2018

Nuevas perdidas por pedrisco en Valencia

Los cultivos más afectados son cebollas, calabazas, patatas, sandías y cítricos en una
superficie que podría llegar a 3.000 hectáreas en Camp de Túria, Morvedre y Horta Sud
Las tormentas de pedrisco registradas hoy vuelven a causar daños en la agricultura valenciana

Valencia, 6 de junio de 2018. La inestabilidad atmosférica que está
caracterizando las últimas semanas no da tregua a los agricultores valencianos. A
las tormentas de granizo y las copiosas lluvias registradas a finales del pasado mes
de mayo se han sumado hoy una serie de episodios de pedrisco que han afectado a
una superficie de cultivo que podría llegar incluso a las 3.000 hectáreas, si bien con
grados de afección muy desiguales, situadas en las comarcas Camp de Túria, Camp
de Morvedre y l’Horta Sud, según una primera estimación de urgencia efectuada por
la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).

Las hortalizas son el cultivo que se ha visto más castigado por este último
temporal. Los golpes de la piedra, por una parte, y las intensas precipitaciones, por
otra, causan importantes mermas de cosechas de sandía, cebollas, calabazas y
patatas. Tanto es así que el agua ha llegado a anegar campos enteros de tal manera
que ha generado un exceso de humedad que, en última instancia, desencadenará
graves problemas de pudrición. Los términos con mayores perjuicios en hortalizas
de primavera son Benaguasil, Llíria, Benisanó y Pobla de Vallbona –en el Camp de
Túria– y Catarroja –en l’Horta Sud–.

Por su parte, los cítricos, sobre todo clementinas, también pueden sufrir
afecciones de distinta consideración, ya que el granizo coincide con la época de la
‘esporgà’, es decir, cuando el árbol se desprende de manera natural de una serie de
frutos antes de que empiecen a ganar tamaño de cara a la próxima campaña. Las
zonas especialmente damnificadas con este cultivo son Camp de Morvedre, en
términos como Benavites, y Camp de Túria.

A pesar de las abundantes lluvias acumuladas en l’Horta Sud e incluso de la
caída de piedra acompañada de agua sobre áreas de arrozales, las primeras
previsiones apuntan a que los daños en el cultivo del arroz serán mínimos puesto
que se encuentra en un estado vegetativo muy temprano.