viernes, 12 de junio de 2015

La UE es incapaz de frenar la entrada de plantas infectadas con el vector del “greening” pese a endurecer la norma

La nueva legislación exige acreditar con un certificado que el material procede de países libres
de la bacteria pero este año ya se han producido siete interceptaciones en suelo europeo

La UE es incapaz de frenar la entrada de plantas infectadas
con el vector del “greening” pese a endurecer la norma

Valencia, 12 de junio de 2015. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia, a la vista de los últimos datos y de la evolución de los acontecimientos durante este mismo año, la situación de absoluto descontrol que impera en las fronteras comunitarias a la hora de vigilar la entrada de material vegetal procedente de terceros países y contaminado por diversas plagas. A las interceptaciones generalizadas de cargamentos de cítricos infectados por enfermedades como la mancha negra y originarios sobre todo de Sudáfrica, se ha sumado ahora la irrupción de un nuevo y alarmante riesgo: la detección en envíos de plantas de Murraya Koenigii –más conocida como árbol del curry- de los dos insectos que actúan como vectores transmisores del “greening”, la bacteria que más estragos causa en la citricultura mundial y de cuya devastadora presencia el territorio europeo está libre por el momento.

Lo peor del caso, sin embargo, es que en 2014 la Comisión Europea endureció la Directiva 2000/29 con el objeto de cortar de raíz este tipo de riesgos vinculados a la importación de plantas, pero apenas seis meses después de su entrada en vigor tales cambios parecen haber quedado reducidos a papel mojado.

Efectivamente, entre enero y abril de este año, se han interceptado en los puertos europeos un total de siete partidas de plantas de Murraya portadoras de los vectores transmisores del “greening” de los cítricos, es decir, la Trioza erytrae (psila africana) y la Diaphorina Citri (psila asiática). Cuatro de las partidas de Murraya con presencia de Trioza o psila africana procedían de Uganda y una de Sudáfrica, mientras que los dos cargamentos que albergaban Diaphorina o psila asiática fueron enviados desde Malasia y Vietnam. Evidentemente, este tipo de plantas también pueden ser portadoras directas de la bacteria del “greening”.

Tal como se apuntaba, las referidas interceptaciones ponen en evidencia, en opinión de AVA-ASAJA, bien la incapacidad de las autoridades comunitarias para atajar el problema, bien su escasa voluntad para afrontarlo con la seriedad que merece y resolverlo, puesto que los cambios legislativos en la materia aprobados por la Comisión establecen que el material vegetal de Murraya importado por la UE deberá proceder de países libres tanto del greening como de sus vectores transmisores y, en consecuencia, los cargamentos con destino a Europea deberán llegar acompañados de una declaración oficial, de un documento que así lo demuestre.
“Por tanto, si esas son las nuevas normas y las nuevas condiciones legales –apunta el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado- resulta inconcebible que esas partidas de plantas de Murraya contaminadas de psilas africana y asiática hayan podido desembarcar siquiera en un puerto europeo porque proceden de países como Sudáfrica, Malasia o Vietnam, donde está acredita por entidades como la Organización Europea y Mediterránea para la Protección de las Plantas (EPPO) la presencia del “greening” y sus vectores transmisores, de tal manera que ninguno de ellos puede presentar ningún documento que indique lo contrario”. “Esta circunstancia –prosigue Aguado- nos lleva a preguntarnos si es que la UE está incumpliendo su propia norma, si es que los inspectores no han sido debidamente informados sobre los países que sufren el “greening” o tienen los insectos que lo transmiten o si es que todos esos cambios legislativos no son más que una operación cosmética y una tomadura de pelo”.

 El director de AVA-ASAJA, Jenaro Aviñó, trasladó la enorme preocupación del sector citrícola español sobre este asunto durante la reciente celebración en Bruselas de la reunión del grupo de expertos citrícolas de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea y la lacónica y decepcionante respuesta que obtuvo por parte de los miembros del Ejecutivo comunitario es que compartían esa inquietud y que ya habían trasladado a los estados miembros las nuevas directrices sobre el control en frontera.

Entre los años 2013 y 2014, antes de la entrada en vigor de los cambios legislativos mencionados, se registraron en la UE un total de 19 interceptaciones de Murraya con Trioza (psila africana) y otras 8 de Murraya con Diaphorina (psila asiática). Se da, además, la circunstancia de que la Murraya -que se utiliza con fines meramente ornamentales- es una planta que pertenece a la misma familia que los cítricos: las rutáceas, con lo cual el riesgo de transmisión de estos insectos que son potenciales transmisores del “greening” se multiplica exponencialmente. La presencia de la psila africana fue detectada el pasado verano en Galicia y Portugal, si bien la bacteria del “greening” no se ha manifestado todavía en la Península ibérica.

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